¿Por qué es tan importante comprender correctamente la gracia y la salvación?

 

Para contestar esta pregunta, tomaremos como base el libro de Teología sistemática de Macarthur y Mayhue.

Gracia   es conceder favor de un modo perfecto a quien no puede merecerlo. La gracia viene del hebreo Jaris.

- El objeto de gracia es, principalmente el pueblo de Dios (Gen.6:8).

- Israel fue escogido y bendecido por Dios, únicamente por gracia divina.

- La gracia de Dios es abundante.

- En el nuevo testamento, la gracia de Dios es, de forma especial, fue favor gratuito e inmerecido hacia los pecadores al darles salvación del pecado.

- La gracia de Dios es inmerecida; no da lugar a las obras de mérito.

 

La salvación es el acto de declarar sin culpa al que cometió pecado. Es un acto que sólo viene de Dios por amor a sí mismo, no se centra en el hombre, sino en Dios. Él salva a los pecadores “para alabanza de la gloria de su gracia”. La salvación es dejar libre de pecado al hombre de la ira santa de Dios. Toda la descendencia de Adan es culpable y ser escogido por Dios para salvación, con base a ningún mérito, proveyendo de un sustituto de tal valor y honor como el hijo de Dios mismo, el recibir el don del nuevo nacimiento, ser unido con Cristo, declarado justo, adoptado en la familia de Dios y santificado de forma progresiva en la tierra y de manera perfecta en el cielo, todo esto pudiera parecer que lo hizo por amor al hombre, pero lo hizo por amor a su santo nombre (Ez. 36:22-23) y el propósito de crear al hombre fue glorificar a Dios (Is. 43:7).