¿Cuáles son las grandes verdades que tiene la primera carta de Juan?

 

La carta fue escrita a creyentes y aunque Juan ya era avanzado en edad cuando escribió la epístola, Juan estaba activamente ministrando a las iglesias. Juan, que no era el bautista como se cree generalmente, fue hermano de Jacobo, quien también fue discípulo de nuestro Señor Jesucristo y era el único sobreviviente apostólico, habiendo sido testigo ocular de su ministerio terrenal, muerte, resurrección y ascensión.

Los receptores de la carta estaban en peligro de amar al mundo y de ser indiferentes a otros cristianos.

El tema principal de la carta es el regreso a los fundamentos de la fe. El tono de la carta podría compararse a una conversación de un padre a sus hijos, en la que hay calidez y cercanía con ellos.

La carta también es pastoral, cuyo deseo es proteger a su rebaño. Inicia comunicando principios básicos, que los anclaba a sus puntos básicos de la fe.

La carta también advierte de aquellos que han pervertido la verdad divina, llamándolos “falsos profetas” (4:1),  “los que engañan” (2:26; 3:7), y “anticristos” (2:18). El gnosticismo fue la herejía más peligrosa que amenazó a la iglesia primitiva de los primeros tres siglos. Como  último apóstol que quedaba, el testimonio de Juan fue altamente autoritativo entre las iglesias a quien ministraba.

 

Verdades como la relación de los creyentes con Cristo, la genuina comunión, la defensa justa por Cristo y la obediencia a sus mandamientos, son temas que también se abordan a lo largo de esta impecable epístola.