Es deber del predicador llevar la Palabra de Dios “a tiempo y fuera de tiempo"
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2a Timoteo 4:1-2
Pablo escribe 2a de Timoteo en medio de situaciones no gratas, desde la cárcel, la última de sus cartas inspiradas y poco antes de su martirio.
¿Qué es lo que Pablo quiso decirle a Timoteo al decirle "Te encarezco"?, la traducción más correcta es "te mando". El termino griego hace hincapié en una orden, una acción imperativa que le indica en el verso siguiente: que prediques la palabra, "que instes" que también puede traducirse como "insistir" en algo de manera enérgica. Este imperativo: "que instes" se empleaba para alistar a un soldado y enseñarlo a mantenerse preparado o alistado para ir a la batalla en cualquier momento, como lo hace un guardia que tiene la obligación de estar atento en caso de algún ataque sorpresa.
El verso continua: "a tiempo y fuera de tiempo" la predicación de la Palabra como le escribe Pablo a Timoteo, es en sazón y en desazón. Como creyentes se debe considerar cada momento para hablar de Cristo, que el pecador se de cuenta de su pecado, hacer que el pecador se sienta disgusto por su pecado. "Epicteto traza un contraste entre el filosofo falso, que no busca más que la popularidad, y el filósofo verdadero, cuya única meta es el bien de los oyentes. El filósofo falso maneja la adulación y fomenta la autoestima. El verdadero filósofo dice: Venid a que se os diga que vais por mal camino, la clase del filosofo decía; es un quirófano; cuando sales de ella no deberías sentir placer; sino dolor"1.
Pablo advierte a Timoteo que habrá gente que se niegue a escuchar la sana doctrina y se amontonen maestros que le harán cosquillas en los oídos de cosas fáciles y cómodas que quieran oír. En los días de Timoteo había falsos maestros pregonando conocimientos a petición del consumidor, dando poca importancia a su pecado y justificando sus acciones.
En todo momento se debe estar preparado para predicar la sana doctrina, a tiempo y fuera de tiempo.
Referencias
1 Barclay, W. (2006). Comentario al nuevo testamento. Editorial Clie
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